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¿Por qué estudiar filosofía desde temprana edad?

Durante siglos, conceptos básicos de ciencias junto con la educación en humanidades, como filosofía y teología, resultó en algunos de los mejores pensadores de todos los tiempos en épocas que fueron significativamente menos avanzadas tecnológicamente. Pero, ¿por qué la filosofía es tan beneficiosa?


Hoy día hay una crisis de creatividad en el mundo y se ha sacrificado el aprendizaje superior que ofrecen los cursos de filosofía que enseñan a abordar problemas, ver argumentos de múltiples lados y cómo pensar en situaciones complejas.

De hecho, se cree que los niños y jóvenes que estudian filosofía se convierten en adultos más creativos; son más capaces de manejar problemas en el lugar de trabajo, en sus relaciones y en la vida en general. Estudiar filosofía les enseña a pensar, cómo separar argumentos válidos de inválidos y cómo comunicarse efectivamente con otras personas.

Una mente curiosa



La mente joven que consulta y exige justificación para las normas aceptadas insinúa una búsqueda instintiva de significado. Esa búsqueda puede ser alentada y canalizada en una dirección constructiva. Aquí es donde el estudio de la filosofía puede ayudar.

Buranda State School



Los estudios han demostrado que los niños que estudian filosofía tienen más probabilidades de lograr mejores resultados académicos. Así como el disfrute de beneficios sociales adicionales, como una mejor autoestima y la demostración de empatía hacia los demás.

Del mismo modo, se dice que hay menos intimidación en el patio de la escuela y menos problemas de manejo del comportamiento. Esto fue particularmente evidente en Buranda State School en Queensland, que adoptó el método de la comunidad filosófica de investigación (CoI) como un enfoque de toda la escuela.

La filosofía ha sido considerada como una materia demasiado abstracta y obtusa para los niños, pero es una forma de conocimiento para el desarrollo de las mentes. Estudiar filosofía desde niños juega un papel fundamental a la hora de formar ciudadanos comprometidos, con juicio propio.

Muchos libros para niños se basan en conceptos filosóficos como equidad, verdad, honestidad y ética. Entonces, desde una edad temprana, los niños pueden conocer conceptos filosóficos básicos. En lugar de hablar simplemente de los eventos en el libro, pregúnteles sobre el tema filosófico del libro.

Pruebas con resultados prometedores



A medida que los niños crecen, pueden introducirse conceptos más complejos como causalidad, presión de grupo y moralidad. Como se muestra en un estudio BPS Research Digest, los niños que aprenden filosofía mostraron mejoras significativas en las pruebas de sus habilidades verbales, numéricas y espaciales. El estudio también mostró que los efectos positivos del estudio de la filosofía fueron duraderos. Cuando los mismos estudiantes fueron evaluados dos años después, aquellos a quienes se les enseñó filosofía obtuvieron puntajes más altos en los exámenes, mientras que los puntajes para los otros estudiantes que no participaron no estudiaban filosofía no cambiaron o declinaron.

En conclusión



La filosofía no tiene que ser un ejercicio existencial, ni tampoco necesita ser intimidante al integrar los conceptos filosóficos en los debates y eventos cotidianos.

El filósofo y educador estadounidense, Matthew Lipman, fue uno de los grandes defensores de los beneficios de que estudiar filosofía puede aportar a los más pequeños y al bien común. Lipman resaltaba que es necesario enseñar a los niños a filosofar porque de ese modo aprenderán a pensar y podrán construir un mundo mejor, ser ciudadanos activos y comprometidos.

Después de los beneficios que trae… ¿te animarías a estudiar filosofía?