¿Cultura Maker? ¡Lo que necesitas probar en tus clases!
Luego del aprendizaje basado en proyectos, la clase invertida y el pensamiento de diseño; el movimiento maker es la nueva tendencia a implementar con tus alumnos
En los últimos años, profesionales de la educación comenzaron a integrar metodologías y estrategias para darle la vuelta a los procesos de enseñanza y aprendizaje. Una de las últimas tendencias es la denominada Cultura Maker, filosofía muy ligada al Do It Yourself; un movimiento que promueve el hacer las cosas por uno mismo, abarcando muchas disciplinas o áreas y que incluye actividades de carpintería, artesanías, diseño textil, robótica, electrónica, programación, impresión 3D, entre otras.
¿Son todos Makers?
Hay quienes afirman que este movimiento abarca todas las esferas de la vida social y de siendo así todos podrían ser considerados Makers. Es tal el apogeo de esta tendencia que ya se puede encontrar un curso en la plataforma MOOC INTEF – iniciativa española sobre educación digital –, que se llama Cultura Maker en el aula; y aborda las principales características de este movimiento con el objetivo de que se implemente en clases.
Se aprende haciendo
Para los Makers la experiencia se convierte en una de las fuentes principales de conocimiento, y en ese sentido, son sumamente valoradas la búsqueda de soluciones y la resolución de problemas. Así mismo, es fundamental compartir el trabajo realizado para que este sea aprovechado o mejorado por otras personas. A partir de las conexiones y el trabajo colaborativo se pretende pasar del Do It Yourself al Do It With Others.
El manifiesto Maker
Un dato curioso es que este método no es reciente pues cuenta con una trayectoria que ubica sus inicios a mediados de los años sesenta. Y como todo movimiento, tiene fundamentos, bases, e incluso un manifiesto el cual integra las siguientes ideas:
Haz: Las cosas que haces son especie de “pequeños pedazos de ti y parecen encarnar porciones de tu alma”. Es por ello que “hacer es fundamental para lo que significa ser humano“ y en la creación está la clave para sentirse pleno.
Comparte: “No puedes hacer y no compartir”, señala el manifiesto. Un maker se siente pleno cuando comparte el conocimiento sobre lo que ha hecho.
Aprende: Como el aprendizaje es un elemento importante en este movimiento, “construir un camino de aprendizaje asegura una rica y gratificante vida maker”. Así pues, “puedes convertirte en un maestro constructor o un maestro artesano, pero seguirás queriendo aprender y te exigirás nuevas técnicas, materiales y procesos”.
Equípate: Acceder a las herramientas adecuadas para tu proyecto por iniciar e invertir en las herramientas necesarias, también son principios que integran este manifiesto.
Apoya: Contactar con “aquellos que están descubriendo la alegría del hacer”, es una oportunidad para ofrecerles “apoyo emocional, intelectual, financiero, político e institucional”.
Cambia: Abrazar “el cambio que se producirá naturalmente a medida que avanzas a través de tu aventura maker” es fundamental para que te conviertas “en una versión más completa de ti mientras haces”.