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¿Qué hacer para evitar postergar las tareas?

Existe una frase popular que dice “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Sin embargo, a pesar de la buena voluntad que puedan tener, a veces terminan posponiendo y dejando todo para último minuto. Afortunadamente, superar la procrastinación es más fácil de lo que se imaginan


Seguramente ya conocen el estrés que conlleva procrastinar las actividades importantes. Y aunque es posible que tengan el deseo de lograr algo, posponer las cosas se vuelve un hábito común difícil de quitar.

¿Qué es procrastinar?



Es el término para definir la tendencia a demorar, evadir, retardar o retrasar algo. Como por ejemplo, tareas, deberes o responsabilidades que requieren atención.

¿Cómo y por qué procrastinamos?



Actualmente, se conoce que las personas procrastinan por diferentes motivos: por estrés, ansiedad, perfeccionismo, miedo al fracaso, impaciencia, tener tareas complejas y poco definidas o simplemente pereza. Y las vías de escape más comunes, generalmente parten de actividades adictas o externas que significan una distracción, como por ejemplo, la televisión, el internet, las redes sociales, el teléfono celular, los videojuegos, ir de compras, entre otras.

Algunos consejos para dejar de procrastinar



Antes que nada, es importante que primero adopten una actitud resolutiva o activa y acepten que dejan todo para último minuto.

Una vez concluido este primer paso, seguir los siguientes consejos los ayudará a dejar ese mal hábito:

  • Planifiquen su día la noche de antes: Sea cual sea su proyecto o tarea, necesitan planificarla con tiempo. Una buena idea es coger una hoja en blanco y anotar qué tarea van a hacer al día siguiente. Si logran convertir esto en un hábito, verán que cuánto avanzan y eso los animará a dejar de postergar.


  • Inicien con la tarea más sencilla: De esta manera podrán comenzar por las cosas más fáciles e ir avanzando a las más difíciles o complejas. Esto los ayudará muchísimo cuando tengan varias cosas por hacer, ya que irán más rápido de lo normal.


  • Realicen sus tareas en plazos de 50 minutos: Con su lista de tareas en la mano, elijan una de ellas y trabájenla por 50 minutos seguidos. Después de este período, descansen entre 10 y 15 minutos y reanuden la tarea, o en su defecto, sigan con otra.


  • Diferencien entre lo urgente y lo importante: Aprender a distinguir esto puede ser la clave del éxito. Los asuntos urgentes efectivamente a veces requieren atención en el momento, pero otras veces, es uno el que le da a ciertas cosas el carácter de urgente según la situación. En estos casos, establecer una cantidad de días y horas van a dedicarle puede ser muy útil.


  • Busquen un lugar cómodo y sin distracciones: De modo que lo conviertan en un factor favorable para el trabajo. Por ejemplo, para evitar las interrupciones constantes, el ruido que les dificulte la concentración, etcétera.


  • Dividan las tareas y realícenlas por partes: En especial si se trata de algo que lleve mucho tiempo. Esta es una buena opción para adoptar una actitud activa sin sobrecargarse y sentirse demasiado cansados.


  • Encuentren su ritmo: ¿Trabajan mejor después de una taza de café? ¿Qué pasa cuando están escuchando música? ¿Son más eficientes por las noches? Encontrar las respuestas a estas preguntas o saber qué los motiva, causará que no solo se conozcan mejor, sino que los animará a hacer las tareas pendientes.


  • Nadie es perfecto: Cuanto más tiempo pasen enfocados en ajustar pequeñeces o en encontrar el momento ideal, más tiempo estarán postergando del resto de su lista de pendientes.


En Conclusión…



Todos procrastinamos en cierta medida: el estudiante que hace su trabajo a última hora, el empleado que deja la entrega de formularios y papeleos para el último día, la persona que posterga una decisión hasta que no tiene más alternativas, etc.

Sin embargo, lo importante es reflexionar hasta qué punto estamos priorizando nuestros deberes de manera adecuada, vigilando no descuidar lo importante por lo urgente.