8 cosas que los maestros tienen en común con sus estudiantes
Muchos maestros tienen una cantidad fantástica de conocimiento que sería de gran utilidad para los estudiantes, pero no tienen idea de cómo expresarlo. Conociendo de qué forma pueden acercarse a ellos, les aseguramos que tendrán mejores resultados
La gran enseñanza a menudo tiene menos que ver con la sabiduría y las habilidades, sino más con su actitud hacia su alumno, su tema y su trabajo. Por otro lado, la calidad de la enseñanza de alguien no solo se refiere a la cantidad de información que logran obtener en la cabeza de los estudiantes o los resultados que producen. También se refiere a su técnica y presentación.
¿Cómo pueden acercarse más a ellos?
Empiecen con pasatiempos como escribir, atletismo o tocar un instrumento musical. De esa forma, tendrán algo en común con los estudiantes que ayudará a derribar las barreras existentes entre estudiantes y docentes. La idea es que deben poder conectarte con sus alumnos.
Por eso, a continuación les presentamos ocho características de grandes maestros, y cómo incorporarlos a sus propias lecciones:
1. Pasión. Sin amar realmente lo que hacen, es imposible ser realmente bueno. Si no adoran su área en la que trabajan, ¿cómo pueden esperar que sus alumnos hagan lo mismo? Nunca tengan miedo de demostrar que aman lo que está diciendo, incluso si sus alumnos lo miran como si estuvieran locos cuando hablan de álgebra con una mirada de amor en sus ojos. Su entusiasmo e interés pronto se contagiarán.
2. Creatividad. Los estudiantes aman a un maestro que puede hacer de una asignatura aburrida algo divertido, como por ejemplo, mediante la incorporación de coloridos y emocionantes hojas impresas de las lecciones o inventando juegos. Simplemente enseñar el material dado a sus alumnos los convierte en buenos maestros, pero para ser uno bueno, deben estar preparados para desarrollar métodos de aprendizaje únicos y planes de lecciones personalizados.
3. Flexibilidad. Ser un maestro es una profesión comprometida. Si un estudiante tiene problemas en un examen, entonces debe estar preparado para ofrecerse a sí mismo como tutor después de la escuela. Pónganse a su disposición cada vez que se les solicite y hagan pública esta información para que los estudiantes que más la necesiten sepan que pueden obtenerla y contar con ustedes.
4. Integrar. La vida cotidiana no se deja aislada, y tampoco la educación. Expliquen el álgebra compleja con música, luego realicen pequeños pasos integrando una lección con otra disciplina y viendo cómo van las cosas desde allí. Si buscan en esa línea, habrá muchos recursos de enseñanza que les darán ideas sobre las que pueden comenzar a construir sus clases. Esta habilidad tiene que ver con prueba y error.
5. Conexión. No pueden esperar enseñar de manera efectiva sin tener una conexión con sus alumnos. Es necesario establecer una conexión sólida y confiable entre ustedes y cada estudiante individual al que le estén enseñando. Estrictamente hablando, ustedes son la representación del conocimiento que forma la conexión. Con el tiempo, los estudiantes llegarán a confiar en ustedes, pero debe hacer el esfuerzo de ser interesante.
6. Escuchar. El maestro debe poder conectarse con sus alumnos, lo que significa que debe poder escucharlos.
7. Abogar. Un buen maestro defiende a sus alumnos. A todos y cada uno de ellos. No solo abogan por un alumno en todos los sentidos, sino que también enseñan a los alumnos cómo defenderse por sí mismos.
8. Buen sentido del humor. Entienden la importancia de la risa, ya sea para relajar el ambiente o distraer unos minutos a sus estudiantes en caso de que estén enseñando un tema difícil de entender para la mayoría.
Frase destacada del día:
\"Un maestro es un aprendices de por vida, siempre va aprender junto con sus alumnos.\"
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