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¿Cómo hablar temas difíciles con tus hijos?

A veces, los niños hacen preguntas que les pueden resultar incómodas y no están seguros de qué manera responder. Y aunque puede que no siempre sea fácil, ahora es más importante que nunca que hablen con sus hijos sobre ciertos temas


En una época existía una separación entre el mundo de los adultos y el de los niños. Ellos ni siquiera tenían conciencia de ciertos temas hasta que alcanzaban la adolescencia; pero esa época ya es tiempo pasado. En parte, por los medios de comunicación y las redes sociales, por lo que los niños de hoy están expuestos prácticamente a todo.

De modo que, al ser padres, deben estar preparados para poder guiar a sus hijos a través de este mundo cada vez más complejo. Sobre todo, para poder hablarles con confianza sobre temas difíciles.

Entonces, ¿dónde empezar?



Un tema difícil es aquel que involucre relaciones sexuales, drogas, terrorismo, suicidio, secuestros, divorcio y fallecimiento, solo por nombrar algunos.

Si bien aunque sea una gran variedad de tópicos delicados para discutir con sus hijos, ¿no preferirían que ellos discutieran esas cosas con ustedes más que otra persona? Por eso, aquí tienen algunos consejos que les pueden servir de ayuda cuando sus hijos hacen preguntas delicadas:

  • Antes que nada, respiren. Si no han tenido mucha experiencia hablando sobre estos temas, tómense su tiempo.

  • No está mal decir \"no lo sé\" o \"encontremos juntos la respuesta a tu pregunta en un libro o en Internet\". No sientan que deben ser unos expertos o tener todas las respuestas.

  • Háganles preguntas a sus hijos para saber por qué están interesados en eso y qué es lo que ya conocen sobre el tema. Bríndenles suficiente información de acuerdo con su edad y desarrollo hasta que sientan que respondieron a su pregunta.

  • No sientan que debe explicar cada uno de los aspectos sobre el tema. Confíen en que habrán más oportunidades para volver a abordar temas con sus hijos.


Algunas consideraciones



Antes de sumergirse en el tema, deben asegurarse que sus hijos estén dispuestos a escucharlos, sobre todo si se encuentran en la etapa de la adolescencia. Entrar en estas conversaciones requiere confianza y apertura.

Con muchos temas, seguramente se sentirán incómodos. Pero es importante reconocer que es probable que sus hijos se sientan de igual forma y para ellos será reconfortante saber que ustedes los comprenden.

En casos de una pérdida, enfermedad o conflicto familiar, lo ideal es practicar previamente solo, con su pareja o con un amigo(a). Está bien demostrar emociones, pero hay que tener cuidado con abrumar a los niños o hacerlos sentir que deben consolarnos.

Estas conversaciones no necesitan ser largas y, preferiblemente, deben ser breves. Sin embargo, no por ello significa que sean una charla de una sola vez debido a que algunos niños pueden tomarse su tiempo para procesar la información. Asegúrense de preguntarles si tienen preguntas y que sepan que pueden acudir a ustedes en cualquier momento para obtener más información.

Traten de proteger a sus hijos de la información para los adultos —como los noticieros-, préstenle atención a las clasificaciones de las películas y videojuegos, sean conscientes de las conversaciones adultas cuando los niños estén en la habitación.

Por último, es importante que recuerden que no puede proteger por completo a sus hijos del mundo. Protéjanlos de él, pero también enséñeles la manera de vivir en él.

Para finalizar



Tener el hábito de poder hablar sobre temas difíciles los convierte en mejores padres, alivia la culpa y crea confianza en sus hijos. Además, demostrar el deseo de tener estas conversaciones también les transmite amor y demuestra confianza en la capacidad de sus hijos para interactuar con ustedes.