¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)?
El TDAH es una condición médica reconocida por la OMS que ha sido objeto de debate en los últimos años, debido a polémicas decisiones que se han tomado en algunas instituciones educativas con respecto a los alumnos que la padecen. Entender lo que sucede ayuda a encontrar la solución
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición médica reconocida por la Organización Mundial de la Salud, la cual se evidencia con mayor frecuencia en los niños en edad escolar, y se caracteriza básicamente por tres distintos tipos de síntomas (presentados con algunos ejemplos para una mejor comprensión):
- Inatención
(Dificultad en prestar atención)
El niño deja incompleta sus tareas, comete errores por descuido, se distrae fácilmente.
- Hiperactividad
(Dificultad en regular el nivel de actividad)
El niño no se queda quieto en su silla, sus manos todo el tiempo están en movimiento y buscando algo que moldear, habla sin parar.
- Impulsividad
(Dificultad en el control de los impulsos)
El niño tiene dificultades para esperar su turno, suele contestar antes que la otra persona termine de hablar, interrumpe las conversaciones.
Ahora bien, un niño con TDAH no debe ser aislado pero si tratado de forma especial (no de forma diferente), es decir, es una persona que requiere de una atención profesional que sea capaz de manejar estrategias para que su integración a la clase sea lo más adecuada posible. Los niños que padecen esta condición deben ser tratados por profesionales con conocimientos del tema, aplicando terapias que en la mayoría de los casos han demostrado resultados positivos. Tampoco se trata de olvidar la condición o pensar que no es algo que les pueda afectar tanto a ellos como a su grupo.
Es importante resaltar que no se trata de un trastorno raro, ya que al contrario, es quizás el más común que se produce en la infancia y el más estudiado en los últimos 20 años por psicólogos infantiles, quienes reciben el mayor número de consultas relacionadas a este tema. Estimaciones indican que lo padecen del 3% al 7% de la población infantil, estando 3 veces más presente en varones que en hembras.
Otro punto importante que se debe comentar es que no es una afección exclusiva de la infancia, pues las últimas investigaciones evidencian su aparición a diferentes edades. Si bien es cierto que sus síntomas pueden ser más fuertes en los primeros años de vida, simplemente van variando su intensidad pero sin desaparecer del todo con el correr de los años.
Este tema ha sido objeto de discusión en los últimos meses, debido a que en algunas escuelas y colegios se han tomado polémicas medidas como castigos y hasta expulsiones de algunos alumnos que sufren este tipo de trastorno, lo cual abre el debate sobre los esfuerzos que han hecho todos los involucrados para poder convivir en armonía. Es un tema nada fácil de manejar y que debe contar sin duda alguna con la ayuda de psicólogos profesionales.
Conocer sobre este tema y manejarlo adecuadamente, se convierte en un factor importante para que las aulas de clases sean un lugar de cooperación, desarrollo y convivencia armónica entre los niños, teniendo claro que no es un tema exclusivo de profesores y alumnos, ya que requiere del apoyo familiar y social.
En las próximas semanas estaremos desarrollando más sobre este interesante tema.
Psicóloga Adriana Loaiza
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