Finlandia, el líder en educación a nivel mundial, sigue innovando a pesar de su éxito y empieza a cambiar la arquitectura de sus Colegios
No es un secreto que Finlandia desde hace ya varios años es reconocida como la mejor educación del mundo gracias a diversas iniciativas que han tenido con resultados más que sobresalientes. Ahora le ha tocado a la arquitectura de sus Escuelas transformarse.
No es un secreto que Finlandia desde hace ya varios años es reconocida como la mejor educación del mundo gracias a diversas iniciativas que han tenido con resultados más que sobresalientes. Los finlandeses han roto y de qué manera, los paradigmas educativos tradicionales. Sus niños inician la educación a los 7 años, con jornadas más cortas, vacaciones más largas, muy pocas tareas y prácticamente sin exámenes.
Pero a pesar de su éxito, comprobado por estudios realizados por reconocidas organizaciones internacionales, el país no se cansa de innovar y sigue en su carrera por lograr más y mejores resultados.
Ahora le ha tocado a la arquitectura de sus Escuelas ser el foco de atención. Los finlandeses consideran que las paredes en poco contribuyen al desarrollo de un ambiente propicio para la enseñanza y en este sentido han iniciado su sustitución por paneles de vidrio y estructuras móviles. En las nuevas estructuras, la separación de pasillos con áreas de clases es cada vez menos visible. Adicionalmente, el mobiliario se diseña flexible, ajustable, movible y para ello utilizan sofás y pufs… nada que ver con el mobiliario tradicional de pupitres que todos conocemos.
Esta nueva distribución y arquitectura, permite a los alumnos y profesores trabajar de forma más cómoda, tanto en proyectos individuales como de grupo, armando estructuras de acuerdo a sus necesidades.
A este nuevo concepto lo han llamado open-plan, y explican que no se trata solo de abrir las áreas y el mobiliario, sino también la mente, no es solo arquitectura, sino también pedagogía.
Pero el modelo no es perfecto ni está exento de riesgos, hay temas aún que atender como el ruido y la seguridad. En el primer caso, la sustitución de pisos tradicionales por alfombras para ayudar a la eliminación del ruido ha funcionado bastante bien. En cuanto al factor seguridad, se ha exigido a las Escuelas planes concretos y procedimientos que ayuden a prevenir riesgos y actuar en situaciones de crisis.
En cualquier caso, los resultados evaluados hasta el momento están siendo exitosos y es por esta razón que anualmente entre 50 y 60 Escuelas de las 4.800 que existen en el país están siendo transformadas.
