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Desarrollar la Empatía: una tendencia creciente en preescolares

Cada día son más las escuelas que trabajan esta cualidad desde la infancia temprana, conscientes de que formar un niño empático es favorecer su integración escolar


La habilidad para entender los sentimientos del otro y experimentarlos como propios es una cualidad que, aprendida desde muy temprano, favorece nuestro desarrollo integral como individuos. A eso nos referimos con empatía, a la capacidad para calzar los zapatos de alguien más conectando con sus pensamientos y emociones.

Estudios sugieren que mientras más pronto aprendemos a empatizar, mejor será nuestro desempeño a largo plazo. Es por ello que cuando trabajamos la empatía desde muy chicos desarrollamos un sinfín de competencias que trascienden los conocimientos recibidos con la educación tradicional.

Trabajar la empatía no es algo nuevo, sin embargo, su ejercicio ha ido captando la atención de maestros e instituciones ante los crecientes incidentes de violencia y acoso en las escuelas. Las estrategias que se vienen implementando para fortalecer esta cualidad en los chicos, contribuyen a formar individuos emocional y socialmente competentes.

Está demostrado que los niños empáticos son menos propensos a exhibir conductas agresivas o comportamientos antisociales, pues tienden a manifestar actitudes positivas como el compartir o el ayudar a otros. En la medida en que se familiarizan con la empatía resulta incluso menos probable que incurran en bullying con sus compañeros.

Esta competencia bien interiorizada puede reducir significativamente los prejuicios inconscientes que nos vamos formando al crecer, mejorando nuestras relaciones y nuestra interacción con individuos que son o lucen diferentes de nosotros.

¿Cómo practicar la empatía en casa?

Existen diversas técnicas sencillas y creativas que se pueden aplicar en el hogar, que permiten educar y hasta entretener a los más pequeños. Un ejercicio ideal para trabajar la empatía consiste en realizar juegos de roles que simulen situaciones modelo con las cuales identificar y explicar las emociones. Los cuentos, las películas, o los dibujos animados; son recursos que seguramente tenemos a disposición y que podemos utilizar para reforzar los comportamientos positivos de nuestros niños.

Cualquiera sea la técnica que utilicemos no deja de ser fundamental enseñar a escuchar al otro con atención y respeto, pues es a partir de allí que podemos entender lo que la persona está viviendo y conectar con sus sentimientos.