2 tipos de Amor que dar a nuestros hijos
Durante el crecimiento de los niños y su paso por la adolescencia, los padres pueden tomar al menos 2 tipos de posiciones respecto al amor que dan a sus hijos. Saber encontrar el equilibrio entre ellas, es un factor fundamental para que la relación filial sea placentera y exitosa
Algunas preguntas básicas que se hacen constantemente los padres en la relación con sus hijos están relacionadas a que tanto amor les estamos dando, si es suficiente, si no los estamos consintiendo mucho o que debemos hacer cuando toca una corrección para no dañar la relación con ellos.
Amamos a nuestros hijos con todo nuestro corazón, pero el amor es más que un sentimiento cariñoso, supone una habilidad y lo mejor de todo, es que puede ser aprendido !!!. Podemos aprender a amar más y mejor.
Las personas que trabajamos con niños sabemos que los padres deben disponer de dos cualidades básicas que se llaman “amor tierno” y “amor firme”. Ambos están presentes en usted pero quizás necesite algún tipo de ayuda para despertarlos y desarrollarlos. No se desespere ni se frustre.
“Amor tierno es la capacidad para estar tranquilo y mostrarse afectivo y cálido”. Este tipo de amor es el que por lo general nos sale más natural, pareciera que venimos con él en nuestros genes.
Por el contrario, “El amor firme es la capacidad de ser amable pero firme con los niños: establecer las reglas con claridad y sin molestarse, pero también sin ablandarse y renunciar, o imponerlas”.
Todos los seres humanos necesitamos conocer las reglas del respeto y la convivencia con otros, saber que se espera de nuestro comportamiento en diferentes situaciones y esto hace que algunas veces dentro de nuestro amor, sea necesario llamar la atención, corregir, disciplinar o simplemente decir no sin que esto dañe a esa persona que tanto queremos. Los mejores padres no son aquellos más populares sino quienes son capaces de formar a ciudadanos ejemplares llenos de experiencias, fortalezas, valores y principios.
Los niños y adolescentes necesitan ser guiados, dejarles que hagan lo que quieran no es una muestra de amor sino de falta de herramientas para inculcarles la disciplina que hace falta para convivir en un mundo social lleno de retos.
Recuerde también que nadie hace las cosas bien todo el tiempo, por eso, para brindar a sus hijos amor tierno y firme, todos los padres deberán encontrar su propia forma de hacerlo y hallar el equilibrio sobre la marcha, entendiendo que habrá tropiezos y dificultades, lo importante es tener el horizonte claro y no dejar de intentarlo en ningún momento.
Si en su inicio del caminar por este sendero, siente que no sabe expresar estos dos tipos de amor, se siente incómodo, molesto, etc… puede buscar ayuda especializada, los profesionales de la psicología podemos contribuir en ello.
Psicóloga Adriana Loaiza
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